Su criterio urbanístico es unir los sitios religiosos, modificando los ejes viarios y se construye sobre todo con piedras espoliadas ya sea por prisa o por ahorro.
Un edificio que destaca de esta época es Santa Sofía, la cual representa una unión entre la religión y el imperio, ya que esta formada por un cubo, el cual representa la Tierra y una cúpula que representa el cielo.
En esta época destaca también la arquitectura militar, las ciudades se tuvieron que reducir para poder fortificarlas y se crearon nuevos sistemas de defensa.