El aumento del poder político e internacional de la religión cristiana llena la arquitectura y el arte de simbolismo y se pierde el realismo.
Se fundamento mucho en el uso de arcos de medio punto, y de las bóvedas romanas, lo que genera edificios de grande masa y proporciones pesadas y se tienen que reducir las aperturas.
Además, las peregrinaciones consiguen que el románico se expanda por toda Europa dando lugar a una gran cantidad de variantes.